Con polémica o sin ella, el mundo está preparado para el Mundial de Qatar de 2022. El encuentro deportivo se inauguró el pasado 20 de noviembre y se prolongará, con la mirada del globo puesta en el golfo pérsico, hasta el 18 de diciembre. Las fechas, tradicionalmente estivales, se han pospuesto al final del otoño para salvar las altas temperaturas del verano catarí, con lo que 2022 contará con el fin de año más futbolero que recordamos.
Desde que se anunciara que Qatar sería la sede del encuentro, en el año 2010, el país ha acelerado el ya impactante ritmo de expansión y modernización que lleva en su capital, Doha, y los alrededores. Un elemento clave en la preparación ha sido, por supuesto, la construcción de los estadios del Mundial de Qatar.
Los coliseos que veremos en los encuentros no son construcciones cualquiera. El gobierno catarí ha recurrido a estudios de arquitectura de renombre (incluido el de Zaha Hadid) para crear verdaderas proezas de la ingeniería que no solo servirán durante el mundial, sino que serán reacondicionados después para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
3 de esos 8 estadios tienen una particularidad: llevan sello español.
Quiénes son Fenwick Iribarren, arquitectos de 3 de los estadios del Mundial de Qatar
El diseño de los estadios ha corrido a cargo de Fenwick Iribarren, un estudio fundado por Mark Fenwick y Javier Iribarren a principios de los 90, y que 30 años después es uno de los 5 más importantes del país.
Bajo su firma encontramos proyectos como la Torre Caleido (la quinta torre de Madrid), Torre Espacio (coautores) y los estadios del Espanyol, el Valencia, el equipo nacional noruego, Albania y Belgrado. Además, en el campo del fútbol han colaborado en las obras del nuevo Bernabéu, el Wanda Metropolitano, y las instalaciones del Valladolid, el Málaga y el Osasuna.
Los 3 estadios de Fenwick Iribarren para el Mundial de Qatar
En conversación con AD, Mark Fenwick nos explica cómo llegaron a sus manos 3 de los 8 coliseos en los que se está disputando la competición. “Antes de que se asignara el Mundial a Qatar, nos llamaron para planear un camellódromo", explica. Su proyecto incluía una original solución para ver las carreras de camellos: una cápsula en monorrail que acompañaba el movimiento de los animales.
Este proyecto fue inmediatamente detenido cuando se confirmó que Qatar 2022 iba a ocurrir, pero la originalidad que demostraron con él les trajo otros tres aún más interesantes.
Estadio Ciudad de la Educación

El primer proyecto para el que se postuló Fenwick Iribarren fue el Education City Stadium, el Estadio de la Ciudad de la Educación. Está promovido por la Fundación Catar, responsable de la cultura y la educación en el país. La construcción se encuentra embebida en una enorme universidad y, tras el Mundial, se convertirá en el centro del campus.
Persiguiendo la vocación de ser útil más allá del encuentro global del fútbol, el estadio es un lugar deportivo, sí, pero también de compras, gastronomía e incluso aprendizaje. Tiene zonas previstas como aulas y zonas de conferencia que se utilizarán todos los días del año como apoyo a la universidad.
Como particularidad, este es uno de los primeros estadios en utilizar un sistema de frío para un templo del fútbol. Dentro del estadio siempre habrá una temperatura de 26ºC, incluso aunque fuera la temperatura roce los 50ºC. Esta tecnología, desarrollada por Fenwick Iribarren, se ha aplicado a los otros 7 estadios.
Estadio Al Thumama
“Este estadio es muy simbólico”, explica Fenwick. “Está inspirado en la gahfiya, un gorro típico de los jóvenes de Qatar, que lleva un dibujo casi de ganchillo”. El estadio, nos explica el arquitecto, ha usado este símbolo para representar la juventud, que es el futuro de los países. “Una juventud culta y que hace deporte es una cultura sana”.
El reto fue crear un sistema que permitiera recrear ese dibujo de ganchillo en una escala descomunal. Para ello se utilizó una tecnología paramétrica en la que se replicaba ese patrón con ordenadores. Se replicó el entramado en el material exterior del estadio, tejiendo el dibujo de las gahfiyas con acero en vez de con lana.
Estadio 974
Por último, el estadio 974 es, posiblemente, la construcción más innovadora que se ha hecho en un mundial de fútbol hasta ahora. Está construido pensando en su posterior desmantelación y transporte a la siguiente sede del Mundial. Por ello se ha creado enteramente a partir de contenedores, “que es la unidad mínima de transporte”. Y no es solo un proyecto que vaya a quedar en agua de borrajas: ya está contratado el desmontaje del estadio.
“Todos los estadios que hemos concebido tienen capacidad para unos 40.000 espectadores, y 2 de ellos se desmontarán después del Mundial para dejar 20.000”, explica Fenwick. “El 974 lleva al límite esta idea”. ¿El objetivo? Huir como de la peste de los “elefantes blancos”, esos estadios que se construyeron por millones de dólares para un Mundial y nunca se volvieron a utilizar.
Los estadios del Mundial de Qatar, fuente de controversia
La construcción en tiempo récord de estos estadios ha sido uno de los focos de la controversia que rodea el Mundial. Algunos medios aseguran que los fallecimientos dentro de las obras ascienden a varios miles, mientras que el gobierno de Qatar afirma que la cifra real es 39.
Al preguntar al estudio sobre este punto de fricción, la respuesta es clara: “Si fuera un país en el que puede haber tal cantidad de muertos, os aseguro que yo no habría trabajado allí”. Fenwick habla por lo que conoce y asegura que en sus estadios no se ha producido ningún fallecimiento.
“Se trata de un país joven y, por supuesto, tiene margen de mejora, pero las condiciones de obra eran buenas. Incluso diría que mejor que en España”. Durante los años que han seguido al anuncio de Qatar 2022, explica, el país ha mejorado sustancialmente en seguridad en obras y condiciones de trabajo. “Hay empresas internacionales auditando las obras, existe una valoración diaria para repasar si ha habido algún accidente y se pondera cuántas horas han pasado sin que haya ningún incidente grave". Procedimientos que se aplican con mayor rigurosidad, según el estudio, que en nuestro propio país.
“Es cierto que en verano hace mucho calor”, razona, “y las temperaturas extremas, obviamente, hacen que sea más difícil trabajar, de la misma forma que ocurre en una obra en Córdoba a 48ºC o, por ejemplo, en Finlandia”. Y en todas las obras importantes, asegura, hay riesgo de fallecimiento, pero no todos ellos encabezan las noticias. En su opinión, las cifras que han manejado algunos medios son “imposibles”.
Pero lo más importante para Fenwick es la oportunidad que el Mundial ha traído al país. “Lo bueno de los mundiales en países como Catar es que ejercen un auténtico cambio social. Las condiciones de vida y trabajo van a ser mil veces mejores ahora que antes de que el país fuera elegido”.
Fuente: https://www.revistaad.es/arquitectura/articulos/mundial-qatar-estadios-espana-fenwick-iribarren-entrevista